EL  SOL IGNORANTE
¿Quién adormece la inteligencia?
Algunos filósofos pesimistas creen conocer la causa de ese proceso  anestesiante: la decadencia de la clase media haciendo un foso imposible entre  la alta y la baja (clases inventoras de la Máquina del Estado de la cual viven)  donde la vida una vez florecía… el conocimiento de las avenidas de la  información.
Se acabaron –dicen- los milenios donde 
el viento removía laureles y tejas y el agua caía en eneros y febreros  sobre el esqueleto de las viñas vírgenes adherido a los muros.
Ahora –insisten en su argumento- 
perros y licopodios conspiran para reinventar un mundo a punto de  desaparecer.
Entretanto un tribunal de robots 
juzgará la inconsistente protesta de hombre: Allí donde trabajan  muchas mujeres los sueldos son muy bajos, están por debajo de la media.
El robot de nombre Fiscal, 
manipulado por otro robot el Teniente Fiscal, manipulado a su vez por  el robot Fiscal General, rastreará en playas y   bosques huellas de sandalias para acusar a todo aquello que se mueve.
Y, sin embargo, el mundo sigue girando sobre su eje 
y circula por una inmensa elipse imperturbable ante la precesión de  los equinoccios. El sol ignorante se renueva a él mismo desde el remoto tiempo  que salió de la hendidura de huecos oscuros, de forma que su descomunal  gravedad no deja escapar de sus dominios más que diminutos clústers de luz y de  calor.
Conchas y microorganismos 
cargados de clorofila tiñen el fondo marino fabricando luz y calor y  lavan los mares de las matemáticas a los detalles, cuerpos de hombres y  mujeres, ligeramente inclinados hacia adelante con respecto a la postura básica  de estar de pie y el peso apoyado sobre el metatarso, mientras el otro muslo  está inclinado y la pierna y el brazo opuesto cuelgan, indican un movimiento  que, sorprendentemente, concluirá como el racimo.
                                                                             Johann R. Bach

 
Griselda Corni Fino
ResponderEliminar10:01 (fa 1 hora)
¡Pero que bueno! ¡Me encanta!