2 feb 2016

Sí, por mi parte, aquel espectáculo me había atrapado de lleno:


AUREMBIAIX I "ELS FRARES ENCANTATS"
(fragmento traducido del catalán por el autor)

En el sueño, Clara, mi gran amiga,
quería abrazarme; era en realidad, un macizo montañoso con un monasterio de reputación mundial.

Esa misma mañana, cubierta de bruma,
habíamos accedido a la montaña de Montserrat con el lento Citroën 2 CV. Al arrancar, nos habíamos complacido observando la disposición, del todo fortuita, pero al "estilo Aurembiaix" (como solía decir Clara).

Afuera el 2 CV estaba coronado
por una larga antena en cuyo extremo ondeaba una bandera negra (cosas del sueño, que sin duda se hizo con esos artilugios, agrupados en haces irregulares sobre el capó del motor, para vestir a la bohemia).

El chasquido de aquella banderola,
nos había acompañado todo el tiempo, justo hasta el instante en que otro fenómeno había captado nuestra atención:

El aspecto que, desafiando toda imaginación,
ofrecía la abrupta pared de la montaña, franjeada, veta a veta, por una espuma de nieve viva y reiniciada sin cesar con caprichosas y amplias paletadas azules.

Sí, por mi parte,
aquel espectáculo me había atrapado de lleno: durante un buen cuarto de hora mis pensamientos habían querido, de buena gana, volverse avena en aquella trilladora.

Por momentos una lechuza parecía
que consentía en deletrear un signo alfabético, nunca el mismo, pero el carácter exorbitante de toda aquella inscripción enseguida volvía a cautivarme.

Alguien ha hablado de música celestial
al referirse al conjunto rocoso de "Els Frares Encantats":

Cierto, aunque esa imagen
tan sólo cobra fuerza desde el instante en que una descubre que el reposo de los pájaros que allí anidan casa a la perfección con las diaclasas de esa muralla surgida repentinamente del fondo de un antiguo mar, de modo que el ritmo orgánico se superpone, a pesar de los históricos incendios, con justeza al ritmo inorgánico, como si necesitara consolidarse en él para sustentarse.

De repente sentí calor en las manos
y volví al mundo de los mortales. ¡Quién más sino Clara se hubiera atrevido a prestar el impulso de sus imaginarias alas al alud del despertar de mi temperamento!

Los distintos lechos de roca,
cuyo cimbreante perfil se desliza desde el plano horizontal el plano oblicuo formando un ángulo muy próximo a la vertical, están delineados por un maravilloso trazo de tiza en constante ebullición (pienso en "la gira" la colcha doblada, hecha en encaje de hilo con esa misma blancura, cuyas pequeñas flores, bordadas, azuladas me fascinaban al despertar, cuando era niña).

Qué maravilla que sean los pliegues mismos,
impresos en esos terrenos consagrados por las edades, quienes sirvan de trampolín a la vida en su aspecto más incitante: el arranque del vuelo, la lejanía rasante y la deriva fastuosa de los pájaros de esta Montaña Mágica de Montserrat.

                                                                          Johann R. Bach


2 comentarios:

  1. Son unas montañas mágicamente impresionantes!!!! Parecen moldeadas por una gran mano y que llegan a esconder algo que todavía se escapa de nuestro sentido.
    Una descripción que deja ver su asombro por esa belleza de la Nturaleza Johann. =)

    ResponderEliminar
  2. XANA GARCÍA
    22:26 (fa 1 hora)

    AUREMBERIX I EL FRARES ENCANTANTS.-
    "!Qué maravilla sean los plieges mismos,......quienes sirvan de trampolín a la vida en su aspecto más incitante:el arranque del vuelo,la lejanía rasante y la deriva fastuosa de los pájaros de esa Montaña mágica."Fascinante viaje por El frares encantans,un paseo bohemio de ambas amigas donde Aurembiaix siente el abrazo de la Montaña y paseándose por sus pliegues interacciona con ella y en ella hasta sentir sobre su falda "la gira" de su colcha doblada cuando era niña ,su grandiosidad , libertad ,la sonoridad celestial de su lecho de rocas...Cómo no quedarse atrapado con esta magnífica descripción de El frares...!!!Ah,hermosa y sugerente fotografía de Shakira

    ResponderEliminar