25 ene 2016

No había oído nunca un relato más torturado que aquél.


CELOS Y MIEDOS

Ella, mi tercera pareja de hecho,
después de algunos meses juntas, ya no gritaba y en el momento del orgasmo su cara parecía expresar dolor y una extraña ausencia. Sólo mientras dormíamos permanecíamos cada noche tiernamente unidas. Nos cogíamos de la mano y ella olvidaba el abismo –el abismo de la luz del día- que nos separaba. Pero las noches no bastaban para que la protegiera y la cuidara. Cuando la veía por la mañana se me encogía el corazón con un nuevo temor: como la flor de árnica tenía mal aspecto y parecía enferma.


4 comentarios:

  1. COMENTARIO DE PATRICIA

    Me ha llamado la atención: " ....y aunque desconozco la tortura de los celos he sufrido como el vientre amarillo de la avispa.

    ResponderEliminar
  2. XANA GARCÍA
    19:19 (fa 29 minuts)

    "Ella volvió a dormirse pero yo no pudiendo conciliar el sueño me acurruqué junto a ella para que su calor acabase con el helor de mi sangre"Parece un relato gótico,una relación donde ella tiene terroríficas "visiones" como si ya fuese la muerte misma .La excesiva dependencia ,los celos y su enfermiza inseguridad hacían que su pareja ya no pudiese soportar su amor ni su tristeza y a ella dormida, se abraza para detener el frío más doloroso y más frío que la nieve´.Una relación terriblemente destructiva por parte de ambos,con una narración de principio a fin in crescendo descarnada,brutal,sin salida....Realmente bueno,diferente,poeta!!

    ResponderEliminar
  3. Triste, pero una cruda realidad existente en este mundo y en el de mas allá..

    ResponderEliminar

  4. Rosalva M P
    4:30 (fa 4 hores)

    ​Una pesadilla que no la deja vivir.​

    ResponderEliminar