15 abr 2010

Crónica desde Paris

Hola a tod@s
 
He vuelto a a la Place de Clichy, alegre lugar donde las calles se entrecruzan como las personas y los autobuses. Me he sentado en la terraza cubierta del "Au petit poucet" (en argot, "el mínimo trago"); alli apiñada entre mesas, sillas y alegres humanos he contado cuánta personas tomaban cerveza (8); cuántas, vino (2); cuántas, café o café creme (14); agua, (3). En total 27 almas rozándonos unas con otras en el bohemio rincón. He reflexionado sobre esa necesariamente sesgada muestra porque he releido el texto del capítulo 30 de la "Chica de Kiefholzstrasse" que se subirá a la web www.homeo-psycho.de en la noche del sábado desde México, volando sobre nuestras cabezas, después de atravesar con billete de ida y vuelta, el Atlántico.
 
Me he alegrado al observar que en París se bebe menos alcohol de lo que se bebía 20 años atrás. Eso significa que es posible una reeducación sobre el consumo  de la sangre de Baco. Que es posible una conciencia crítica sobre los excesos.
 
El Capítulo 30 trata sobre el alcoholismo y los medicamentos que están indicados en una primera fase. En efecto, el alcohol es un disolvente universal y en la primera etapa actua sobre el cerebro humano originando retraimiento o desinhibición: el afectado empieza a mentir sobre la cantidad ingerida de bebidas etílicas, se oculta cuando bebe en exceso. En esa fase el individuo todavía es lo suficientemente crítico sobre sí mismo cómo para evitar que los otros se aperciban de que bebe demasiado. En esos momentos aún se está a tiempo de moderar el peligroso consumo. Pasada esa frontera ya no hay retorno posible porque el alcohol ya ha disuelto gran parte del cerebro.   
 
En otro orden de cosas, Frau Kunst-Baur, la original traductora al alemán nos ha dejado debido a su agotamiento y ha expresado en la práctica su retiro ya que ha cumplido esta semana los 65 años de edad y no se ve capaz de continuar con la pesada labor de traducir cada semana capítulo a capítulo como lo ha venido haciendo admirablemente hasta ahora. La comprendemos; la admiramos; le agradecemos su generosa contribución; nos despedimos de ella con cariño. Dejaremos esos 27 capítulos en alemán como recuerdo de su paso por la web, pero sintiéndolo mucho la versión alemana no continuará a menos que se produzca un milagro y alguien pueda sustituir a la berlinesa Maestra de los Ecos. 
 
Elisa R. Bach (del equipo homeo-psycho.de
 
  

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