La Tristeza de Dos Manos
Cubierto apenas con su chaquetita
Dos Manos llegó a París dispuesto a disfrutar de una semana de vacaciones residuales como cualquier empleado de Correos que le hubiera tocado la lotería.
Le había tocado, en efecto,
una modesta cantidad de dinero, pero suficiente para pasar una semana en París. Al principio se negaba a hacer aquel viaje, pero los compañeros –conocedores de las rarezas de su carácter- le exhortaron a hacer lo que otro en su lugar hubiera hecho.
En la maleta llevaba muy pocas cosas,
un par de mudas de ropa interior, el cepillo de dientes, una maquinilla eléctrica de afeitar, un libro de comentarios sobre El Quijote. Nada de jabones ni colonias.
Interesante , Dos Manos! Quizá te halles en París en busca de alguien que arrime su dulzura a tí, a tu hombro, a tu vida. ....Pero no basta con dejarse aparecer para que se peguen a tí, hay que dejarse ver , hablar y quizás entonces alguna revoloteará por tu vida.
ResponderEliminarNo te preocupes, algún día aparecerá en otro "París"" más cercano.
Por otro lado decirte que los poetas saben ver a través de las paredes y hay cosas que tu no logras ver todavía. =)
Interesante Johann!!!
Rosalva M P
ResponderEliminar1:18 (fa 5 hores)
Que manera de ver la vida...Gracias Joan