19 dic 2015

Entre el viejo lagarto y yo se abre, a menudo, un silencio en el que se mascan las ideas y las conjeturas


NO PODÍA CERRAR LA MANO



1 comentario:

  1. ana vidal bastos
    10:58 (fa 5 minuts)

    Creo que si falta el sonido de los grillos , los silencios nos axfisiarían por completo.. No me imagino una vida sin murmullo de pájaros, cantos de gallos, perros hablándose unos a otros en la distancia, sin lo que la naturaleza nos ha dado. Me agobia el pensar solo en ladrillo y mortero gris y muerto ...

    Lo siento por esa bella flor de ese jardín que no ve cambiada su postura sentada, y que sueña con volver a andar.
    A veces no siempre se obtiene lo que uno quiere. Hay que pensar en que otra belleza interior hará que se evada la angustia de no conseguirlo.
    Aunque da rabia que la que no posee amor en vena pueda recuperarse aunque su tristeza la absorba hasta convertirla en solo cuerpo sin alma.

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