ESCARCHA anaranjada 
en una telaraña
en una telaraña
                    ¿Os habéis olvidado de mí queridos  amigos?
                    Soy yo, la narradora, una  insignificante araña, 
                    cuya única habilidad es la de manejar  con soltura 
                    mis patitas y, gracias a mi tamaño, y a
                    la capacidad de colarme por debajo de  las puertas 
                    puedo ser testigo de todo lo que  acontece en casa.
                                                                            Johann R. Bach
EPÍLOGO
¿Os habéis olvidado de mí queridos amigos?
Soy yo, la narradora, una insignificante araña, cuya única habilidad  es la de manejar con soltura mis patitas y, gracias a mi tamaño, la capacidad  de colarme por debajo de las puertas puedo ser testigo de todo lo que acontece  en casa.
Es cierto que no he asomado mis plateadas sienes tras de algunas  estancias, pero eso es porque he estado ocupada con un asunto completamente  distinto. Yo soy la que repantiga ahora sobre el huevo que está en la mesa como  si quisiera incubarlo; yo soy aquella que agita sus diminutas patas por la  habitación, oronda y satisfecha.
Satisfecha sí, pues he acabado este puñado de  anécdotas sin percances ni dilaciones y al repasar este texto que he titulado  "Telaraña Escarchada", antes de enviarlo a la imprenta  he encontrado que me faltaba un escrito en el  que Emilia relata a su amor Hector, como si de una postal se tratara, la  descripción de un viejo poeta que frecuenta el reputado "Café de la Virreina".
Por último, aconsejo a mis lectores, que lean este  texto como si apoyaran el oído en la tierra para oír las asambleas de las  Tinieblas y los Muertos aunque esta recomendación les suene a muchos como una  música celestial.
Y por otra parte dejo en manos de los lectores  establecer el orden de los relatos por si a algunos de ellos les interesa  encontrar –como en el caso de Ariadna- el hilo que pudiera salir airosamente  del laberinto (real o ficticio) de una mente inquieta que se excita con música  de salsa, con la luz de la aurora, comiendo naranjas y plátanos o simplemente  leyendo un poema.
                                                                 Barcelona 23 de abril de 2.016
                                                                      La araña Mygale Lasiodora 
 
Como me gustan tus escritos Johann R Bach , tu ves publicando que nosotros ya hilaremos
ResponderEliminarSin duda, será un éxito. La portada y el epílogo ya enganchan. Enhorabuena!!!.
ResponderEliminarXANA GARCÍA
ResponderEliminar20:54 (fa 21 minuts)
Gracias por invitarnos a organizar los capítulos de tu novela. pero tú eres el arquitecto y emisor ,nosotros los receptores la haremos nuestra dejándonos atrapar por ella como en este inolvidable discurso de la Telaraña,y el despertarnos aún más las ganas con esos dos pequeños grandes "olvidos "Sólo decirte poeta que coexistes con el verso ,que me gustaría que esta novela pintada de amaneceres y anocheceres invadidos por nubes anaranjadas ,formase parte de mi "librería del sigloXXI" ,y descifrar todos los mundos posibles y sus músicas..Felicidades,Joan
ROSALVA (México)
ResponderEliminarExcelente Joan