AVES  Y PLANTAS PARA LA VIDA
Aquella energía de Cassia "Novia de la Infancia", 
incendio persistente que se transmitía a su cuaderno, mediante  dibujos, a veces explícitos, era un chorro de luz inagotable.
A menudo, mientras paseábamos 
por amplias avenidas o por "Les Grands Boulevards", se detenía, me  cogía la mano y comenzaba un monólogo y como si estuviera entrando en éxtasis  describía, a su manera, el paisaje urbano, pero como visto desde otro tiempo  anterior, muy anterior a la reforma de Hausmann.
"Mira –me dijo en una ocasión-, 
esa es una calle de caza donde se venden familias enteras de aves,  gallinas, perdices, codornices, tórtolas, palomas, pajaritos, papagayos y loros  de lujosos plumajes de colores, búhos, águilas domesticadas, falcones y  gavilanes".
Al llegar al Boulevard Sebastopol 
se detuvo otra vez y volvió a explicarme alucinada: 
"Esa es. Sí, sí, esa es la calle de los herbolarios –me decía con los  ojos bien abiertos-, donde hay toda clase de raíces y hierbas medicinales que  la tierra nos regala… hay tanto que dibujar sobre ellas, que te aseguro que yo  no sabría por dónde comenzar".
"Esa sucesión de casas de lujo 
–denominadas con orgullo por los parisinos "batiments Hausmann"- no  son más que murallas que con su bullicio, engendran y devoran vida y ocultan  patios internos, patios de losas oscuras".
"Restemos unos momentos, Ermessenda, amor, 
en cuclillas como lo hizo probablemente el Ángel Montserrat, y miremos  lentamente el suelo gris como punto único sucio del planeta y grabemos sin  límites la fuga del sol de este atardecer".
No podía sino estremecerme 
ante esas palabras y agradecer al Dador de la vida el haberme enviado  a aquel auténtico ángel de Cassia que, día a día, noche a noche, daba sentido a  mi cuerpo.
                                                                            Johann R. Bach

Griselda Corni Fino
ResponderEliminar19:29
La fuga del Sol al atardecer visto en un suelo sucio .-muy original