3 feb 2017

Ni uno solo de los decibelios que surgían de su voz era ajeno a la enigmática escala de Verdi


CAROLUS HORN

Carolus Horn era como un capitán
dentro de un "Opel Kapitan" el auto de lujo de la época. Los personajes de sus dibujos y cuadros parecían haberse escapado de la Belle Epoque.

Sus galones perdieron brillo
al sentir como crecía la niebla al aparecer habitaciones iluminadas en sus cabeza y gente en ellas actuando.

En una tarde de un julio caluroso,
montado en su "Opel Kapitann" se apercibió por primera vez, en el espejo retrovisor, de su pelo ceniciento, su cara de pasa arrugada y sobre el volante unas manos de sapo.

Su angustia a partir de aquel día
fue en aumento al sentir que vivía rodeado de gentes conocidas de las que no recordaba sus nombres.

Veía un sol tibio y acogedor
en la pared de las tardes solitarias del verano después de la lluvia y una imagen del Puente Rialto coloreada con rojos, amarillos y grises oscuros de funestos presagios.

Ni uno solo de los decibelios
que surgían de su voz era ajeno a la enigmática escala de Verdi. La música había comenzado a invadir sus plateadas sienes.

Allí, en aquel extraño espacio,
era donde vivía, no en aquel momento real conduciendo su "Opel Kapitan", sino donde todo ocurrió antaño.

La realidad fallaba, deliraba, ocultaba todo tras la niebla y hablaba lenguas raras. La realidad de lo que veía tenía la estructura de la ficción y ese era tal vez su único logro narrativo.

Sus dibujos eran un tipo de realidad volátil
capaz de revelar fenómenos secretos que la realidad de los que le rodeaban no estaba en condiciones de asumir. O sea: sus vaporosos cuadros también eran realidad, como lo son los sueños.

Carolus Horn dibujó la angustia del alzheimer,
desde dentro, desde la habitación de la que, una vez ya dentro, nadie hasta ahora ha podido salir.

                                                                                Johann R. Bach

2 comentarios:

  1. XANA GARCÍA
    22:22 (fa 1 hora)

    Traes el recuerdo del pintor Carolus Horn y su involución de las funciones visuales y cognitivas hasta llegar a ese vacío total donde es robada la palabra pero no el alma,creo.Él dibujó la angustia del Alzheimer,y tú a través de él dotas "con voz" magistral esta terrible enfermedad que avanza y crece ..Desolador tu texto,a la vez que brillante y real.

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  2. Griselda Corni Fino
    4 de febr. (fa 1 dia)

    Formidable muy bueno Johann ,
    Cuando la realidad nunca es grata , uno se da un chapuzon en las cistalinas aguas de lo que se quiso ser y amenudo perece en ellas como muy bien has explicado tu , pero creo que es la menos mala de las muertes

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